miércoles, noviembre 3

cotidiano y común II


Me lo dijiste convencido,
decidido.
Le diste a cada fonema
la fuerza justa.
Hiciste los silencios necesarios,
tragaste saliva,
la poca que quedaba en tu boca.
Y lo largaste:
"Dejate querer",
"dejate querer",
"dejate querer".