viernes, noviembre 2

madurar no es crecer...

Simple eso. Madurar no es crecer. Prefiero no crecer nunca. No quiero dejar de ver formas en las nubes, no quiero que el pasto deje de ser mi colchón favorito, no quiero convertirme en un ser calculador y frio. Quiero seguir creyendo que puedo volar como campanita, que existen los piratas malos como garfio, que existe un lugar donde nunca se crece... Tendré el síntoma de peter pan? No querré crecer nunca?

Lo que quiero es madurar un poco más cada día, aprender de lo que me pasa y lo que pasa alrededor mio. Quiero aprender de los errores y de los aciertos, de los días buenos y los no tan buenos, de lo que pienso y lo que otros piensan. De la historia, de la música, de los libros, de los sentimientos. De mis amigos, de mis papas, de mis hermanos... De mi novio, de mis profesores, de los amigos viejos. Tengo ansias de conocimiento y no solo de conocimiento ese que viene en libros, sino del verdadero del que se pasa de boca en boca. El que se pasa con un gesto, una mirada, con la palabra justa en el momento indicado, con un reto o un abrazo. Ese quiero.



Se que si me lo propongo puedo madurar y no crecer. Puedo seguir siendo esa nena que fui alguna vez. Puedo adquirir conocimientos y madurar cada vez mas sin olvidarme de la que soy.
No quiero que la rutina me agobie, ni que me agarre un sulmenage (no se como se escribe pero se entiende).
Quiero vivir de lo que voy a estudiar, quiero viajar, quiero ser una kinder por siempre. Una kinder con obligaciones de adulto. Un adulto que no se olvide que alguna vez fue niño.
Eso quiero para mi.
Espero poder hacerlo.



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Siendo el primer viernes que no salgo por las cuatrimestrales.

Los saluda atte.



La niña rebelde que se queda en casa para estudiar el sábado a la mañana y no sale.





( se dieron cuenta que dados vuelta somos todos chinos? )