sábado, abril 3

Cualquier semejanza con la realidad es pura concidencia n° 10

Te invito a desparramar la ropa en el piso, a andar desnudos de dudas, de prejuicios, de mentiras. Se el invitado a ocupar el hemisferio izquierdo de mis sueños, a conocer el olor de nuestras pieles. Te invito a que hagamos de mi cama de soltera, una king size. A mi escritorio también te invito. A escucharme leerte, a escucharte. Me invito a oír todo lo que tu cuerpo tiene para decir(me). A prestar atención a tus gestos, tus miradas, a tus silencios. A pasar horas (o días) abrazados, fusionados en uno. Estar tan pegados como dos cuerpos pueden llegar a estarlo. Te invito a inventar nuevas formas de hablar, a besar y que nuestras lenguas se enreden tanto pero tanto que no sepamos cual es cual. Quiero que vengas a compartir abrazos, caricias. Te invito a que enciendas mi fuego. A conocer mis lunares y mis cicatrices. Me invito a morderte despacio, a jugar con tu pelo, a enroscarme como un gusano en tu cuerpo. Te invito a ser agua, a fluir a nuestro ritmo. A hacer música, a bailar. Te invito a mi mundo, a mi universo, a lo que soy. A reír, sonreír. Te invito a mirar mis ojos, a atravesarlos. Se el invitado a esta fiesta que no tiene fecha de inicio y mucho menos de final. Te invito a jugar.