sábado, marzo 20

Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia n° no se

No sabia como hacerla palabras. Si alguien me daba un diccionario, o tres, yo seguía sin poder hacerla palabras. Es que hay muchas que combinan con ella y otras que van conmigo. Las palabras salen de adentro, de la cajita de palabras que tenemos en el medio de la panza (o por ahí). A veces quieren salir todas juntas, todas disparadas como balas, una tras otra o todas enredadas y es ese el momento en el que se te hace un nudo en la garganta. No es flema, no es nada de eso, son palabras. Son tantas que no pueden salir. Todas desordenadas y sin ganas de ser una idea interesante. Ni siquiera pueden ser algo feo, o malo, o tonto. No salen. No quieren o no pueden o se enojaron conmigo. Y yo muero de ganas de hacerla palabras, de poder ponerle una palabra a cada uno de sus movimientos, de sus miradas, de sus besos. Pero no hay. Tendré que inventarle una palabra y regalársela. Y que sea esa palabra, que va a ser la mezcla de muchas palabras que es y que me cuesta decirle.