Volví a verte. Estabas ahí sentado lindo como siempre. Nos saludamos, nos miramos a los ojos, suficiente. Suficiente para saber como estas, no necesito hablarte.
Nos distanciamos nunca entendí bien por qué. Somos distintos. Totalmente distintos. Pero eran esas diferencias las que nos hacían uno. No fuimos nada pero fuimos. Te quise como a pocos. Y entraste (casi sin querer) a mi lista reducida de hombres*. Esos que lograron algo en mi. Esos que hicieron que me enamorara de la que soy cuando estoy con ellos.
Creeme cuando digo eso. Creeme cuando digo que te quiero y que me desarmo por un beso. Por otro beso. Con tu boca y lengua dulce, conocida... Tus abrazos. Me envolvías, me encerrabas en vos, me protegías. Todo eso hacías siendo mi nada. Mi amigo, mi compañero.
A veces te extraño, a veces tengo ganas de verte, de tenerte, de retenerte. Pienso que hubiese sido si salíamos, si todavía estaríamos cerca. No se. No se que seria de nosotros dos juntos. No quiero pensar en eso. Quiero acordarme de tus besos, de tus abrazos. De tu piel y tu lengua. De vos como amigo, como amante. De ese que me protegía sin tener que hacerlo, del que se preocupaba por mi y creía en mi. Me acuerdo de vos y sonrío.
Me gusta verte ahí sentado y yo sentada a unas sillas de distancia siento que aunque no estemos mas seguimos conectados. Si honey, sigo conectada a vos.
*esta lista esta integrada por: T. (que fue mi novio) S.M. (que fue el primero que quise) M. (que solo fue mi amigo) S. (que fue un pequeño error) y vos.
Vudu.
