domingo, enero 10

Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia n° 8

The beat. Me invadís, cierro los ojos fuerte, mas fuerte. Tan fuerte que me duelen. Y de la nada, me sorprende, me sorprendes. Apareces ahí, en mis ojos, en la parte de adentro. No se donde, sera en el inconsciente, en el logos, en el centro de mi pecho, en mi mano... Me hago chiquita, me encojo, me encierro como un bicho bolita, me abrazas. Estas a unos kilómetros pero te siento al lado mio. A lo mejor coincidimos y nos pensamos al mismo tiempo. Y eso hace que te teletrasportes a mi cuarto. No se. The beat. Mi cadenita tiene tu olor, y me golpea. Un golpe que no duele, es dulce. Es uno de esos que me doy para darme cuenta de que te extraño. Y que te extraño un poco mas. Y que quiero un beso ahora, un beso con gusto a helado torpedo de frutilla. The beat. Vos. The beat. Yo. No se de que freeshop te habrán traído. Pero mi almohada tiene ese olor, mi cadenita tiene ese olor, mi piso, mis libros, mis cds, mi nariz. The beat se instalo en el medio de mi nariz. No se va a ir. Se va a quedar ahí, donde esta. Donde tiene que estar. Extrañar siempre me puso loca, extrañarte me pone como loca. Y que estes en medio de la montaña y los celulares esten en mi contra también me enloquece. Pero me enloquece mas the beat, tu beat.
Extrañar de local es mas difícil.