sábado, septiembre 26

Rapidito n° 7

Tenia un sabor dulce. Y era tan suave. Todo era suave y dulce hasta nuestra timidez. Nuestras manos acariciaban nuestros pelos y nuestros ojos se sonreían. Y fue un momento, unas horas... Y me quedo lo dulce, lo suave en mi cuerpo. Y sus ojos en mi.